Aforismos Lágrimas

Dios sabe que nunca hemos de avergonzarnos de nuestras lágrimas, porque son la lluvia que limpia el cegador polvo de la tierra que recubre nuestros corazones endurecidos.

Toda lágrima enseña a los mortales una verdad.

Ninguna persona merece tus lágrimas, y quien se las merezca no te hará llorar.

Debe haber algo extrañamente sagrado en la sal: está en nuestras lágrimas y en el mar.

El ojo ve bien a Dios solamente a través de las lágrimas.

Porque ninguna lágrima rescata nunca el mundo que se pierde ni el sueño que se desvanece.